A lo largo de esta semana, en nuestras aulas hemos tenido un momento de tutoría, que mediante la visualización de unos vídeos, la realización de dinámicas o incluso disfrazarnos para celebrar Halloween, nos han ayudado a favorecer la socialización, fomentar la convivencia de los grupos y estimular la aceptación de los demás.
Para finalizar la semana, el viernes 29 de octubre, celebramos «El milagro de las castañas» recordando a Juan Bosco y lo que es capaz de hacer por sus jóvenes. Si no lo conocéis, a continuación os dejamos la explicación de este pasaje de la vida de Don Bosco, según Teresio Bosco:
El día de Difuntos llevó Don Bosco a todos los Muchachos del Oratorio a visitar el cementerio y rezar. Les había prometido, para la vuelta, castañas cocidas. Y había hecho comprar tres grandes sacos. Pero Mama Margarita no había entendido bien sus deseos y no hizo cocer más que tres o cuatro kilos. José Buzzetti, el jovencísmo “ecónomo”, llegó antes que los demás a casa, vio lo sucedido y dijo: -Don Bosco va a quedar mal. Hay que decírselo enseguida. Pero con el alboroto de la vuelta de la hambrienta tropa, Buzzetti no supo explicarse. Tomó en sus manos Don Bosco la pequeña cesta y empezó a repartir castañas con un gran cucharón.
En medio de la barahúnda le gritaba Buzzetti: – ¡Así no! ¡No hay para todos! + Hay tres sacos en la cocina – ¡No! ¡Sólo esas! ¡Sólo esas!. Intentaba decirle Buzzetti. Don Bosco no quería creerle. + Yo les he prometido a todos. Sigamos mientras haya. Siguió entregando un cazo a cada uno. Buzzetti miraba nervioso los pocos puñados que quedaban en el fondo del cesto, y la fila de los que se acercaban, que parecía cada vez más larga. Alguno empezó a mirar con él. De pronto casi se hizo silencio. Centenares de ojos desencajados miraban a aquel cesto que no se vaciaba nunca; Hubo para todos. Quizás por primera vez, con las manos llenas de castañas, gritaron los muchachos aquella tarde:
“¡Don Bosco es un santo!”