En una jornada llena de tradición y alegría, llevamos a cabo la esperada celebración del «Milagro de las Castañas», un evento que une a toda la comunidad educativa en torno a una costumbre entrañable.
Desde primeras horas de la mañana, el aroma de las castañas asadas impregnaba los patios del centro, anticipando el festivo recreo en el que todo el alumnado, profesorado y personal de administración y servicios recibió su ración de castañas recién asadas. Este gesto, que combina sencillez y generosidad, se ha convertido en un símbolo de unidad.
«Es una tradición que nos conecta con la esencia de Don Bosco: la cercanía, la alegría y la convivencia», comentó Luis Javier Barajas, el Coordinador de Pastoral del centro.
El recreo se transformó en un festín al aire libre. Los estudiantes disfrutaron de las castañas en un ambiente distendido y lleno de risas. Para muchos, este momento es uno de los más esperados del curso.
El «Milagro de las Castañas» no solo refuerza el sentido de comunidad, sino que también rinde homenaje a las raíces y los valores salesianos que nos caracterizan.